La importancia de la detección precoz

Un diagnostico temprano de la diabetes puede reducir las complicaciones asociadas a la enfermedad. Una persona puede padecer durante años la diabetes sin que ésta sea diagnosticada. En este tiempo los altos niveles de azúcar en sangre pueden dañar los ojos, los riñones y hacer que se sufran cardiopatías, entre otras consecuencias. Todos estos daños suelen ser irreversibles.

Los daños renales en personas con diabetes pueden comenzar 5 o 10 años antes de que la enfermedad sea diagnosticada.

El riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular en las personas con diabetes es hasta 4 veces superior que en personas sin diabetes.

La neuropatía es otra de las enfermedades que desarrollan, aproximadamente, el 60% de las personas con diabetes, esta daña los nervios de todo el cuerpo, y los síntomas que presenta son dolores, hormigueos o adormecimiento en las extremidades.

Se estima que entre un 40 – 50% de los pacientes con diabetes han desarrollado retinopatía diabética. Esta complicación daña los vasos sanguíneos de la retina y es una de las causas principales de la ceguera.

Como la diabetes es una enfermedad silenciosa, para poder detectarla debemos prestar atención a los síntomas y conocerlos muy bien. Los síntomas más comunes son:

  • Necesidad de orinar con frecuencia.detección reaprende
  • Pérdida de peso.
  • Falta de energía.
  • Sed excesiva.
  • Infección en la vejiga o el riñón.

Si una persona presenta varios de estos síntomas debe acudir a su médico de referencia para que valore la realización de las pruebas diagnósticas correspondientes.

Para personas que no presentan síntomas se pueden seguir ciertas recomendaciones para la detección precoz:

  • Entre personas con sobrepeso u obesidad realizar una evaluación de las concentraciones de glucosa.
  • Además a partir de los 45 años se recomienda evaluar la presencia de diabetes, si los resultados son normales se repetiría la evaluación cada 3 años.

Si se trata de una persona con historial familiar diabético es importante que lleve a cabo una medición periódica del nivel de glucosa en sangre. Ya que quienes tienen familiares diabéticos tienen más riesgos de padecer esta enfermedad.

El valor normal de glucosa en sangre se encuentra entre 70 y 110 mg/dg en ayunas. Si una persona no tiene diabetes y en una determinación ocasional de glucemia se encuentra a 110mg/dl o más, debe consultar con su personal médico de referencia.

Aunque la diabetes tipo 1 (resultado de la predisposición genética) no puede ser evitada, recuerda que la diabetes tipo 2 es una enfermedad que se puede prevenir con una dieta equilibrada y ejercicio.

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¡Presta atención a los síntomas y haz lo que esté en tus manos para prevenir la diabetes tipo 2 con Reaprende!