A lo largo de nuestro día a día la alimentación ocupa unas 4 horas. Comemos productos de los que ni miramos la información nutricional, solo nos basamos en leer la cara del producto sin prestar demasiada atención a la información realmente importante.
En este post aprenderemos a cómo leer la letra pequeña y la información relevante de los productos, y lo dedicaremos especialmente a las personas con diabetes.
Cuando nos encontramos en los pasillos de un supermercado rodeado de productos apetecibles lo único que pensamos es que lo queremos todo, pero debemos pensar qué ingredientes componen estos productos y si son o no adecuados para mantener una dieta sana y equilibrada.
¿Qué hacer?
Tienes que centrarte en aquellos que son integrales, sin azucares añadidos o con menor cantidad de carbohidratos. Tu cuerpo puede transformar los carbohidratos en azúcar y esto si tienes diabetes puede afectarte de diferentes maneras. Los carbohidratos deben aparecer diferenciados y dentro de ellos aparecen los azúcares. Por ello es importante tener en cuenta las recomendaciones de tu médico sobre la cantidad de azucares permitidos y de carbohidratos.
Recuerda: El azúcar es un tipo de carbohidrato que afecta al nivel de glucosa en la sangre.
Por ejemplo, si queremos comer galletas en el almuerzo, debemos remplazar los otros alimentos con carbohidratos durante el resto del día.
Te presentamos una pequeña guía con los endulzantes que tienen calorías y carbohidratos, para que la utilices en tus próximas compras. Ejemplos:
- azúcar de mesa (también llamada azúcar blanca)
- azúcar sin refinar
- azúcar de caña
- miel de caña
- azúcar de remolacha
- miel
- azúcar rubia
- melaza
- fructosa
- miel de arce o maple
- néctar de agave
- azúcar molida
- azúcar en polvo
- azúcar turbinada
- jarabe de maíz con alto contenido de fructosa
- jarabe de arroz o de arroz integral
Igualmente, apuntamos algunos ejemplos de alimentos que contienen carbohidratos:
- pan
- arroz
- galletas
- cereal
- fruta
- zumo
- leche
- yogur
- patata
- maíz
- guisantes
Como podemos ver, es muy importante conocer la información nutricional que está en la parte trasera de los productos y tener en cuenta las recomendaciones del médico para llevar una dieta sana y equilibrada.
¡Reaprende a leer las etiquetas de los productos!